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viernes, 28 de agosto de 2009

Séptima: Cuenta atrás

-¡Oh no! ¿En serio?
-Si, y no sabes lo horrible que me siento. De verdad, jamás pensé que él haría eso.
-Yo tampoco, pero... la verdad Angela no se que decirte.
-Lo se Chris, se que poco puedes hacer, pero te agradezco mucho por escucharme.
-No hay de que, sabes que siempre voy a estar contigo.
-Si, tienes razón, pero es que... no se, Michael me prometió que nunca lo haría.
-Yo también pensé que nunca lo iba a volver a hacer... es decir, Michael se veía tan decidido.
-Me siento tan tonta por haberle creído.
-No digas eso, todos cometemos errores, y a cada rato.
-Si pues, pero bueno, como te dije antes, gracias Chris, eres un gran amigo.
-De nada Angela.
Lo que me acababa de enterar, era horrible. Michael y Angela rompieron, y yo ni me lo esperaba. Supuestamente ellos tenían una relación estable, y este shock si que fue fuertísimo. Por un momento me pregunté: ¿Por qué tienen que haber tantos shocks seguidos? ¿Acaso alguien me había mandado una maldición del mas allá? Si no era así, simplemente estaba enloqueciendo o tenía mala suerte para este tipo de cosas.

Sentía pena por Angela. Ella era una buena persona y solía ser muy feliz. Verla así simplemente me rompía el corazón. No me gustaba que sufra mucho por ese tipo de cosas, pero por otro lado, Michael era uno de mis mejores amigos y no podía hacer nada. Se que a veces el siempre hace mal las cosas, pero esta vez creo que se había pasado de la raya.

Por alguna extraña razón, me sentí muy egoísta cuando Angela me contó lo que pasó. Sentí que, al estar sufriendo demasiado por Nadine, me estaba comportando de una manera no adecuada. Es decir, habían otras personas que necesitaban de mi o que tal vez se sientan peor. Angela y Michael llevaban casi nueve meces como pareja. Yo y Nadine teníamos apenas una semana. Se que no puedo reprimir mis sentimientos ni compararlos con los de otros, pero en verdad, me sentí pésimo al ver así a Angela. Tampoco era por menospreciar a Nadine. Después de todo, yo la amaba y no era mi intención ignorarla del todo. Eso ni en mis peores sueños.

El resto de la fiesta pasó normal. No tuve oportunidad de contarle a Angela lo que pasó en los últimos días con respecto a Nadine, pero al menos pude distraerme un poco y conocí a algunas personas. En realidad, no me gustaba ir mucho a fiestas. Muchas veces lo consideraba como una pérdida de tiempo, y me aburría mucho. Pero esta vez, tengo que admitir que estaba tan necesitado de distraerme, que dio cierto resultado.

A la mañana siguiente, me desperté a las doce del mediodía. Bueno, me despertaron.

Era otra vez Sarah, y tenía otra noticia de último minuto. Ella era la primera que se enteraba de todo lo que le pasaba a Nadine, y me sentía un poco mal por que ella tenga que decirme todo lo que pasaba a cada rato. Apreciaba mucho lo que ella hacía por mí, y la verdad, no encontraba la forma de agradecerle todo eso. Yo también la ayudaba en algunos problemas que ella tenía, pero tras hacer un balance de todo, mi deuda con Sarah era una deuda que tal vez nunca podría pagar.

-Chris, ¡te he estado llamando toda la noche de ayer!
-Lo se Sarah, tuve que salir, lo siento. -dije con voz somnolienta.
-No te preocupes, ya pasó. Eh... hay algo que tengo que contarte.
-Déjame adivinar, es sobre Nadine, ¿cierto?
-Si, pero es algo terrible.
-¿Qué? ¿Todavía sigue mal?
-No, ya está bien. Le dieron de alta esta mañana.
-De acuerdo. Entonces, ¿qué pasó?
-Se va en un día.
Y otra vez...
-¿Qué? ¿Lo dices en serio?
-Chris, ¿Cuándo te he mentido?
-Lo se Sarah, pero es que... he recibido demasiados shocks últimamente. Ya no se que pensar.
-Te entiendo. Se que es difícil, tanto para ti como para mi. Nadine es mi amiga, y me siento terrible por todo lo que ha pasado en los últimos días. Más allá de eso, me duele que tenga que irse tan pronto. La voy a echar de menos.
-Yo también. En verdad, no sabes cuanto te agradezco lo que haces por mi Sarah. Deberían nombrarte persona del año.
-No tienes por que Chris. Sabes que siempre te voy a apoyar en lo que sea. Tú también me has ayudado bastante antes, y eso también te lo agradezco mucho.
-Lo se Sarah, lo se...
-Bueno Chris, debo irme. Mamá me llama, quiere que la ayude en no se que cosa.
-De acuerdo, hablaremos luego.
-Vale, cuídate mucho.
-Hasta luego.

Me levanté inmediatamente de la cama, me alisté, y salí corriendo de mi casa, rumbo a la casa de Nadine.

Había una ruta directa para llegar hasta allá, tomando un bus. No era tan complicado después de todo, pero me moría de ganas por verla, sabiendo que esta vez el tiempo era más corto. Otra vez se activó ese chip en mi mente que decía que ya no importaba nada más, que no había riesgo que correr, tal como sucedió ayer en la tarde cuando fui al hospital a ver a Nadine.

Sin duda alguna, esta vez me sentí más necesitado de ella, y al final, terminé pensando que yo había enfermado peor que Nadine. Lo peor, es que el diagnóstico decía que debía pasar mucho para poder salir de alta. Esto únicamente lograba que me precipite más cada segundo que pasaba.

Cuando llegué, toqué la puerta. Ella salió.
-¡Chris! ¿Qué estás haciendo aquí? –me miró sonriente y sin ganas de estrangular a alguien.
-Nadine, se que en tu mente quieres matarme, pero, necesitaba verte. –me detuve por un instante– Si, también se que estoy cometiendo demasiados errores, y que debería estar ahora mismo en un manicomio, pero... te amo. No puedo estar sin ti.
-Eh, Chris, no tienes de que preocuparte. Yo... más bien, creo que te debo una disculpa. No te traté como tal vez debí haberlo hecho desde el principio.
-No, la culpa es mía. Desde el principio. Fui un idiota.
-¡No digas eso! –su sonrisa se transformó en reproche.
Me quedé en silencio por unos segundos, mirando hacia abajo, y le respondí
-Bueno, ya pasó, ahí quedará.
-De acuerdo. –volvió a sonreír.
Cambié el tema.
-Te vas mañana, ¿cierto?
-Cierto. Creo que Sarah no lo haría mal como agente de noticias. –me dijo riéndose.
-Si. Que mujer tan chismosa. –le seguí.
-Bueno, yo creo que a ella no le va a gustar eso que acabas de decir.
-No hablaba en serio.
-Más te vale Chris.
Nos pusimos a reír. Me encantaban esos momentos, y me encantaba su risa. Era tan... única, como ella.
-Y, ¿a qué hora es el vuelo?
-En la mañana. A eso de las siete.
-¿Tan temprano?
-Si, lo sé. Papá no pudo reservar otro vuelo.
Puse cara de decepción. Nadine me miraba tristemente, pero no decía nada.

Lo primero que se me vino a la cabeza en ese momento fue que tal vez no iba a poder despedirme de ella en otra oportunidad, así que, decidí actuar de una vez.
-Bueno, creo que... hasta aquí llegamos.
-Si, tienes razón.
-Claro.
Otra vez nos quedamos sin decir nada.

-¡Christopher! –gritó.
-¿Qué sucede Nadine? –le pregunté sorprendido.
Me abrazó fuerte.
-Te voy a echar de menos.
-Yo también Nadine, yo también. –me quedé sin palabras como muchas otras veces.
-¡Mírame! –me dijo. Tenía los ojos llenos de lágrimas. Otra vez me sentí mal.
Y nos quedamos mirándonos por un instante, hasta que nos besamos otra vez.

Sea como sea, éste iba a ser el último beso. La última vez que iba a contemplar sus labios. La última vez que iba a decirle sin palabras cuanto la amaba. La última vez que me sentiría tan fuera de este mundo, como nunca antes lo había hecho, y todo gracias a esa maravillosa persona que era ella. Ya no habría próxima vez. Ya no la habría...

Pasaron dos minutos, y volvimos a mirarnos. Ella recostó su cabeza en mi hombro y nos mantuvimos abrazados todo el tiempo que pudimos.

-¿Nadine? –gritó una voz desde adentro de la casa.
-¡Oh no!, es papá. –dijo ella.
Traté de responderle con calma.
-Bueno, será mejor que me vaya.
-¡Chris, espera!
-Si.
-Gracias por todo.
-A ti Nadine. Gracias por ser mi peor pesadilla. Nunca te olvidaré.
-Ni yo, simple mortal. –seguía con lágrimas, pero ahora sonreía.
Nos soltamos lentamente.
-Adiós. –le dije casi sin fuerzas.
-Adiós...

Entonces, comencé a caminar rumbo a casa.



"If I only knew the answer, and if all our days are numbered... then, why do I keep counting?"



Comunicado: Debido a razones personales y, por una cuestión de privacidad, les informo que este ha sido el último capitulo de la historia publicado en el blog. Si, tenía planeado llegar hasta más lejos y profundizar en la historia, pero por un momento me di cuenta que debí parar y llegar hasta cierto punto. Hay algunas personas que conocen y entienden las razones previamente mencionadas, y la verdad, les agradezco de corazón por su apoyo constante. Mis disculpas por el final no tan feliz, y espero que sea de su comprensión. Gracias.

Y bueno, finalmente, gracias a The Killers por esa maravillosa canción llamada Why Do I Keep Counting?, sin la cual no habría terminado este post.

(Update 29-08: Si, para TI, que estás leyendo esto, o que probablemente ya lo leiste, sé que tal vez no me encuentre dentro de las posibilidades, así que, suerte con eso.)

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