Si nos toca apagar la luz, yo me pregunto...
Si en las calles siempre habrán luces prendidas y juegos entre lo ajeno, por qué voy a apagar la luz?
Si en las casas hay comida para aquellos de dos manos y cuatro estómagos, por qué voy a apagar la luz?
Si en el fondo, muy al fondo, no hay luz, por qué voy a apagar la luz?
Si nos dedicamos siempre a pagar la luz, por qué voy a apagar la luz?
Si Dios alguna vez hizo la luz, por qué voy a apagar la luz?
Si es imposible para nosotros vivir con los ojos cerrados, por qué voy a apagar la luz?
Si hay luz por 364 días y 23 horas, por qué voy a apagar la luz?
Si tu... así es, TU, si tu no vas a apagar la luz, por qué YO voy a apagar la luz?
Si es imposible apagar la luz, por qué voy a apagar la luz?
Lo siento, pero alguien tenía que decir algo.
Mientras que no nos pongamos de acuerdo, siempre habrá movimiento... solo movimiento.
Como sea, les deseo suerte.
Espero que si alguien lee esto alguna vez, reflexione, porque un humano más ya lo hizo.