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lunes, 29 de junio de 2009

Mariposas y huracanes (y algo más)

En lo más profundo del mar, en lo más profundo del cielo. Ahí.
Tu número ha sido llamado.
Tu oportunidad es... ahora.



...Ah? que es esto? parece que estoy soñando.

Auch, nunca te dije que me pellizcaras. En fin, no es nada malo. Es solo que...
...son solo mariposas y huracanes, es todo.

(Best, you've got to be the best, you've got to change the world...)
¡Dejame dormir, por favor!



Me había echado en mi cama, estaba muy cansado por las cosas que había hecho en el día. Comencé a mirar al techo, blanco para variar, agarré mi celular, conecté los audifonos, y puse una canción para pasar el tiempo. Eran casi las dos de la mañana y no había nada más que hacer. Nada más.

Cuando mis ojos se cerraron por completo, todo cambió. De pronto me transporté a otra dimensión. Sentí que estaba peleando, que estaba peleando por algo, por algo importante y preciado para mi. Sin embargo, no tenía ni la mas remota idea de lo que era. Solamente sabía que era una pelea y nada más. Me vi inmerso en una dimensión extraña, donde se mezclaban los colores y los sonidos se entrelazaban de forma estruendosa y rara. Sentí como si me estuvieran cantando un himno, como si alguien estuviera diciendome: "ve, ataca, defiendete, vence". Era por inercia. Había iniciado una batalla épica en mi mente. Que ridículo.

Por más ridículo que pareciera, sentía que había un motivo. Eso que ya tenía muy claro antes, volvía a aparecer en mi vista, en mi sentir. Algo me obligaba a hacerlo. Algo que cambie el mundo, que sea algo que nadie haya hecho antes, y que logre escucharse en todas partes. Eso significaba estar en la lucha. Tenía que pelear por algo. Por algo... o por alguien.

Luego, la pelea había llegado a un momento en el que todo se calmo. Sentí que por fin podría ser el final de todo, que todo esto era la mar de la ridiculez y que pronto volvería a despertar y se acabaría el asunto.

Una dulce melodía comenzó a sonar entonces, y la primera impresión que me lleve, fue que no era nada más que un apaciguamiento para calmar todo lo que había acontecido ahí. Fue tan fuerte el cambio, que, por más que traté de olvidar aquella cosa por la que estaba peleando, me fue practicamente imposible. Ya era demasiado tarde para volver a mirar el prólogo del libro. Me sentí como un vulto indeseable, que no encajaba en la situación, que no entendía nada de lo que pasaba (ciertamente), y que, había comenzado a pedir auxilio de forma inexorable.

Nada de lo que pasó jamás lo pude entender a la perfección, no se si alguien me estaba jugando un truco, si alguien sabía mis pensamientos de memoria, o si estaba perdido. Probablemente, la última opción sea la más razonable. Estaba perdido. Perdido porque no sabía que hacía ahi. Había ido demasiado lejos y al final me quedé en un blanco tan grande como el que creí haber observado alguna vez antes de que esto ocurriera. No sabía en que momento iba a acabar y si algun día todo volvería a la normalidad. Estaba perdido en mi propio sueño, y la verdad es... que nunca descarté la opción de que fuera otra persona.

Y si fuera así, ¿por qué aún no lo se?
O mejor dicho, ¿por que tu aún no lo sabes?

Solo se, que tienes un juego entre manos, y es lo que mas me vale ahora.


Después de todo, son solo mariposas y huracanes.

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