Siempre quise ser diferente, cambiar las cosas, intentar algo nuevo, dejar de ser yo, para ser yo otra vez. Siempre estuve seguro de que hacía todo bien, y que siempre me sentiría bien conmigo mismo. Siempre he soñado cosas que jamás han sido realidad, y siempre he vivido lejos de mis sueños, aquellos suspiros que se agotan como las gotas de agua que caen en esas manos frías. Las mismas manos que nunca sintieron el calor de otras. Siempre fui torpe, necio, e iluso, quizás nunca aprendí a ser como el resto, quizás nunca aprendí a ser diferente. Solamente, fui yo. Nada más queda de esta esencia, de este color, de este trazo, de este lienzo, de este pedazo de materia.
Aún no sé cuando lograré ser diferente, pero mientras tenga la estúpida idea en la cabeza que lo soy, habré planificado mi metamorfosis.
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