¿Qué es lo que te ha dicho el tiempo que buscas tanto la felicidad entre rutas de fuego?
¿Qué es lo que más te duele, alma rodeada de eslabones azules y sueños de libertad?

Búscame en tus ojos fríos, sueño perdido y advierte que no será el final.
Me he perdido en tus ojos caídos, sueltos y con lágrimas de perdón.
Me he salido del libreto, saltando entre lineas tus frases en celo.
Conozco al detalle tus miedos y tus palabras tan constantes.
Con signos vitales que nunca logran expresar mejor mi emoción.
Con fuertes caídas, con las manos frías y el viento a estribor.
Mis miedos no los tengo, cerca están mis celos entre cortaviento.
Dejemos que el mundo nos siga mandando cartas y telegramas.
Dejemos que el mismo rostro de siempre se burle de todo, sin gracia.
Esa risa... casi tan dulce como tus caricias y tus abrazos.
Casi irremediable, suspirando en mis sueños de alcohol y algodón.
Casi por inercia, sin consuelo, con ganas de salir de su jaula de cartón.
Tus miedos son los míos, tus palabras ya no serán tan mías.
Quisiera ser tan perfecto para borrar la perfección de la faz de la tierra.
Quisiera ser el mismo sin tener que ser otro, el mismo sueño de libertad.
Búscame entre complejos y demás dudas... búscame que me pierdo en el miedo a la soledad.
Búscame, que el tiempo corre, tan inocente... búscame, que en medio del desierto ruge libertad.
Búscame en silencio, dulce potestad.